miércoles, 9 de diciembre de 2015

NAVIDAD SIN MIEDO A ENGORDAR

Se acercan las fiestas y con ellas el temor o la resignación a subir de peso, pues vivimos como algo irremediable engordar durante esta época. Cada año, además, las tiendas nos presentan los dulces y productos navideños con mayor anticipación, así que empezamos a comer turrón en octubre y terminamos en febrero; de este modo parece difícil no comenzar el año nuevo con “kilos nuevos”.
No debemos rendirnos antes de luchar, podemos prepararnos para la Navidad planificando las comidas. En primer lugar hay que tener claro que la Navidad no empieza el 1 de diciembre, sino el 24, con la cena de Nochebuena; hasta ese día, en casa debemos proponernos hacer comidas y cenas ligeras, ricas en verduras y ensaladas, sin fritos ni salsas, y reservar los dulces navideños para los momentos señalados (Nochebuena, Nochevieja, Navidad y Año Nuevo). En estas ocasiones podremos degustar los platos más elaborados y beber moderadamente vino o cava.
Puede ocurrir que antes del día 24 nos reunamos con amigos y compañeros de trabajo para celebrar las fiestas. Si prevemos más de un banquete en pocos días, tendríamos que compensar los excesos y renunciar a algunos platos. Esto se consigue limitando o suprimiendo los aperitivos, tomando raciones más pequeñas, evitando rebozados y fritos en las guarniciones, y haciendo una comida o una cena ligera (sin apenas grasas y rica en verduras) para reducir las calorías totales del día.
Otro consejo que hay que tener en cuenta es el de mantener las 5 comidas al día. Lo recomendable es tomar a media mañana y a media tarde una pieza de fruta (naranja, mandarina, piña, pera...), o un yogur desnatado, de ese modo no llegaremos con hambre a las comidas principales y nos costará menos trabajo controlar las cantidades que comemos.
A la hora de escoger la bebida, mejor decantarnos por refrescos sin azúcar, cerveza sin alcohol, una copa de vino o una copa de cava. Habría que alternar las bebidas alcohólicas con el agua, y reducir los licores con más graduación.
Llegado el momento de los dulces, y dada la costumbre de servir la bandeja de turrones durante la sobremesa, el truco para limitar cuánto comemos es poner en un plato pequeño dos o tres porciones, ¡y no repetir!
Para terminar, un paseo después de la comida o de la cena nos ayudará a hacer mejor la digestión, a evitar la tentación de seguir comiendo, y a quemar algunas calorías.
Los días siguientes a las comidas familiares es aconsejable enriquecer la dieta con verduras y frutas como endivia, escarola, alcachofas, apio, cebolla, piña, kiwi, pera, ... que aportan pocas calorías, mejoran la función del hígado y tienen efecto diurético.

No abandonar nuestra rutina diaria de ejercicio físico también contribuirá a disfrutar unas Navidades sin kilos de más.

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